Antes de ponerte a escribir, plantéate estas preguntas:
- ¿Qué narrador quiero utilizar? Protagonista, omnisciente, testigo...
- ¿Cuál es la ambientación, el espacio? ¿Qué detalles de ese espacio van a resultar inquietantes?
- ¿Qué va a asustar a mi protagonista?
- ¿Qué otros personajes hay y qué función tiene? (Si no hacen nada quítalos).
- ¿Existe alguna historia previa que el prota deba conocer? ¿Cuándo se entera?
- ¿Qué problemas secundarios tiene mi prota? (Amorosos, de autoestima, amigos, bullying... son estos otros problemas los que ayudan a distraer, a hacer el juego del trilero)
- ¿Qué está esperando el lector que pase al final?
- ¿Qué giro le voy a dar al final para sorprender al lector?
- ¿Se resuelven los problemas secundarios de mi prota? ¿Cómo?
- ¿He resuelto todas las piezas del rompecabezas?
Ahora estás en disposición de escribir un primer boceto del cuento: un resumen del cuento en diez líneas que responda a todas esas preguntas.
El segundo boceto: distribuye en párrafos e indica dónde debe haber más suspense, detalles, descripciones...